Miraba a una chica borracha que estaba sola en una mesa próxima, y que balanceaba su copa.
Mi mujer preguntó:
- "¿La conoces?"
- "Ella es una antigua novia mía" -dije-. "Sé que empezó a beber después de separarnos, y, por lo que sé, nunca más ha vuelto a estar sobria".
- "¡Dios mío!", dijo mi mujer, "nunca pensé que alguien pudiese celebrar algo durante tanto tiempo!!!!!".
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